viernes, 23 de noviembre de 2012

“Renacer canta y baila la Navidad en Extremadura”



Con sus actividades y actuaciones, la Asociación Folklórica “Renacer” de Badajoz, contribuye al aroma cultural navideño que impregna la ciudad en adviento. En esta época en la que nuestros sentidos son sobre estimulados con una iconografía navideña, donde en ocasiones lo simbólico y alegórico entierran lo simbolizado (nos quedamos con el significante y nos metemos en el bolsillo el significado), no debemos olvidar  el sentido, la profunda interpretación y verdadero significado que ha de evocarnos todas las imágenes, fragancias, melodías y sensaciones que en adviento y navidad nos estimulan y alientan, en ocasiones hacia la alegría desenfrenada, en ocasiones hacia el sentimentalismo y la introspección. Por tal motivo y para no perder el sentido, “Renacer” como asociación cultural, colabora todos los años en una misa de adviento, animando litúrgicamente la celebración con villancicos y canciones extremeñas, recogiendo las ofrendas recibidas, para destinarlas a los más necesitados. Igualmente y en el mismo sentido colabora en otros actos de carácter benéfico. En la gala “Renacer canta y baila la Navidad”, donde participan antiguos componentes del grupo, se hace un despliegue del rico y variado vestuario tradicional de Extremadura, interpretando los bailes más populares de la región, y reinterpretando conocidos villancicos. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Barroselas, Viana do Castelo, Oporto



En el norte de Portugal, fundamentalmente rural, en la provincia de Minho, profundamente arraigada en la tradición, nos acoge, a los componentes de la Asociación Folklórica “Renacer” de Badajoz,  la pequeña villa de Barroselas, freguesía  de Viana do Castelo,  situada en el fértil valle del río Neiva, dónde las raíces de la labor artesanal de cerero (fabricación de velas de cera), activa hasta hace pocos años,  fue lanzada por gallegos asentados en la zona en el siglo pasado, huyendo posiblemente de la represión y la guerra.


Concretamente nos acoge el Grupo Folclórico San Pablo, fundado en 1970 a la sombra de la espiritualidad de los misioneros pasionistas, allí establecidos desde los años treinta del siglo XX y donde construyeron un seminario, en cuyas instalaciones nos hospedaron. Y es que el Grupo Folclórico San Pablo de Barroselas colabora en el Festival Folclórico Internacional Alto Minho, organizado por el grupo de Viana de Castelo, y cuya XVI edición ha contado, además de Portugal, con grupos de Alemania, Perú, Antigua y Barbuda, Indonesia, Grecia, Argentina y España.


Viana do Castelo es una elegante y tranquila villa situada en un hermoso paisaje formado por el estuario del río Lima en su desembocadura. Cuenta con majestuosos edificios reflejo de la antigua riqueza de la ciudad obtenida del comercio con Europa y Brasil que sirvió para la construcción de mansiones de estilos manuelino, renacentista y barroco. Es agradable recorrer a pie las serpenteantes calles y las recoletas plazas del centro de la ciudad. Pero sobre todo, Viana do Castelo es una ciudad moderna, culturalmente viva, con un patrimonio etnográfico notable, que a pesar del turismo sigue manteniendo muy arraigadas sus tradiciones.


Es Oporto, la población más importante del Norte de Portugal, segunda ciudad del país, situada  en las colinas de Penaventosa, sobre el Duero, constituyendo su encanto las empinadas y pintorescas callejas medievales, formadas por vetustas y apretadas casas, que descienden tortuosas hasta la orilla del río. Ya en el siglo IX a. C. mercaderes fenicios llegaron hasta el estuario del Duero para comerciar. Los romanos establecieron los asentamientos de Portus y Cale a ambos lados del río, cuyos nombres se unieron para formar Portucale, denominándose así la región comprendida entre los ríos Miño y Duero, origen del reino de Portugal. 


viernes, 4 de mayo de 2012

Pabellón de autopsias del antiguo Hospital Militar de Badajoz


Curiosidad morbosa o interés por las historias de la historia de Badajoz, motiva mi inclinación por acercarme a ese edículo, cuya silueta queda recortada formando parte de la alcazaba cuando la observamos desde el este de la ciudad, desde la barriada de San Roque. Su peculiar cubierta acampanada a cuatro aguas, de pizarra, coronada con estructura metálica o campanario rematado por una cruz, forma también parte de nuestro imaginario colectivo, a pesar de su poco o nada valor histórico y arquitectónico.

Como digo, mi curiosidad, sin adjetivos, ha motivado que en varias ocasiones haya accedido al interior del pabellón de autopsias del antiguo Hospital Militar,  a veces a través de los recovecos que conforman las galerías subterráneas que dan acceso a la Puerta del Alpéndiz, y en esta ocasión franqueando la peculiar puerta de arco geminado, cuya verja manipulada nos permite, agachándonos, la entrada al patio donde se asienta tan singular edificio de dos plantas. 


Al entrar en la planta baja, observamos en el centro, cual ara sacrificial, la marmórea mesa de autopsias con su canal de desagüe. Un sabor acre inunda mi espíritu; a tal cosa contribuye el abandono y degradación del lugar. En un esfuerzo imaginativo intento evocar la capilla sepulcral de los aftásidas, con sus túmulos y catafalcos al estilo musulmán, pues en este solar se ubicaba la rawda o panteón real. Posteriormente, tras ser conquistada la ciudad en 1230 por Afonso IX, en agradecimiento a su inestimable ayuda en la toma de Badajoz, la Orden de Alcántara recibe una encomienda denominada Casas de Calatrava, con sus casas, parroquia y feligresía dentro de la alcazaba, situándose las casas de la encomienda en este antiguo pabellón de autopsias, y a sus pies la iglesia de Santa María de Calatrava o de los Freyles.

Subo a la nave superior y un viejo colchón me impide la entrada a este segundo piso de tan peculiar dúplex en cuyo interior mal-debe-vivir una conocida mendiga venida desde Portugal hace ya unos años. Con sus gritos intenta ahuyentar a los curiosos como yo, y lo consigue. No quiero adentrarme en la intimidad de la que es su morada.

Este es el pasado y el presente del antiguo pabellón de autopsias del antiguo Hospital Militar, pero ¿cuál será su futuro? En pleno debate sobre el derribo de algunas instalaciones de la Facultad de Biblioteconomía y con las obras de restauración de las murallas en marcha, a mí me desvela este modesto edificio cuya silueta está tan grabada en la retina de los pacenses.   




miércoles, 29 de febrero de 2012

Carnavales en La Jara Cacereña: Corrida de Gallos y Carnaval de Ánimas

Dos formas muy diferentes de vivir y celebrar el carnaval tradicional en dos localidades de la comarca de La Jara cacereña, luchan por sobrevivir en medio de los rápidos cambios de nuestra sociedad actual, adaptándose los antiguos rituales a las nuevas formas de pensamiento social.



Domingo de Gallos en Peraleda de San Román

El momento que no hace mucho se tenía para marcar el paso de la edad infantil a la edad adulta era el ser llamado a cumplir con el servicio militar obligatorio, “la mili”, por los denominados quintos (en alusión al sorteo que desde Juan II de Castilla se realizaba para que una quinta parte de la población mayor de edad sirviera en el ejército). Actualmente quintos y “quintas”, mozos y mozas que cumplen la mayoría de edad en el mismo año, van festejando en diversos momentos y de múltiples formas este acontecimiento que les iguala y les une, el haber nacido el mismo año y haber tenido las mimas experiencias vitales. Este acontecimiento se manifiesta a través de los diversos ritos de paso. Uno de ellos es la corrida de gallos que, adaptada a los nuevos tiempos, se sigue celebrando cada domingo de carnaval en Peraleda de San Román.

Los caballos son engalanados con esquilas, coloridas mantas y flores de papel. Los corredores también se visten de manera especial, con camisa blanca y chaleco. En esta ocasión gallos y cintas se correrán el mismo día por los mismos corredores. Tradicionalmente las cintas servían de preparatorio para la corrida de gallos y eran corridas por los “pre-quintos” el martes de carnestolendas. Montado a caballo el corredor, para conseguir la cinta, ha de introducir un lápiz por una argolla cosida a la cinta; ésta es enrollada a un carrete que insertado a una cuerda es colocada a una altura adecuada. El gallo, hoy en día ya muerto, es atado a la cuerda por las patas, boca abajo, y el corredor con la mano ha de arrancarle la cabeza. Los que hayan presenciado tal acontecimiento pueden asegurar que arrancar con la mano la cabeza a un gallo no es tarea fácil y mucho menos haciendo equilibrio sobre la montura con una sola mano agarrando las riendas. Los espectadores veteranos comentan y aseguran que antaño, con las manos encallecidas por las tareas del campo, resultaba más fácil desprender la cabeza del gallo.

El gallo en las civilizaciones antiguas ha personifica la fertilidad, virtud que se torna defecto, puesto que es un atributo del que se enorgullece y le hace ser soberbio y altivo; su virilidad le hace agresivo y lujurioso, por lo que también simboliza lo carnal (por lo que no extraña que este rito iniciático se celebre en estas fechas de carnaval). Por tal motivo, por su arrogancia, debe morir. Pero su sacrificio no será en balde. Los corredores, cuyas manos se llenan de la sangre del animal y cuya carne después se comerán en una fiesta, se contaminarán de las cualidades y vicios del gallo (lo que Frazer denominó como magia simpatética contaminante en “La Rama Dorada), estableciéndose entre víctima y verdugo una relación secreta en la distancia. Los quintos que corriendo gallos han demostrado sus cualidades de masculinidad ya están preparados para salir de la casa de sus padres, para valerse por sí mismo, para luchar y pelear en la vida, lucha simbolizada en el ejército, en la mili, donde terminaban de “hacerse hombre”.



Carnaval de Ánimas en Villar del Pedroso

No hace falta que hagamos un gran esfuerzo de extrañamiento para que, al observar el carnaval de Villar del Pedroso, éste nos sorprenda. Y nos sorprende porque el carnaval de Villar del Pedroso no comparte las características de un carnaval tipo, sino todo lo contrario. En Villar del Pedroso el carnaval no es profano sino religioso, de hecho está dedicado a las ánimas, a los antepasados difuntos; no es anárquico sino que está muy jerarquizado, hasta el punto de utilizar un vocabulario militar para los distintos actores , la soldadesca, portando algunos de ellos picas y alabardas; no es bullicioso, sino silencioso, silencio roto por los rítmicos golpes de tambor y las salvas de escopeta que paradójicamente contribuyen al recogimiento; no es un carnaval grotesco, sino elegante, coadyuvando a tal fin el atuendo de los participantes, en el que predomina un color por día, otra nota que le aleja del carnaval tipo multicolorido; no es desordenado ni disoluto, sino reglado y austero, no es espontáneo ni informal, sino solemne y ceremonioso; es un carnaval cristianizado que hasta los elementos más paganos como ese tótem que es el Ramo de Ánimas, adornado de pan y ramos de olivo, es sacralizado, bendecido y coronado con un “viva la fe”.