Segovia desde su Alcázar
Se yergue el Alcázar sobre una roca labrada por los ríos Eresma y Clamores. Desde la torre de Juan II, espléndido ejemplo de arquitectura gótica civil, se observa una espectacular vista de la ciudad de Segovia, sobresaliendo su catedral, por su elegancia denominada la Dama de las Catedrales. Y como telón de fondo, La Mujer Muerta, monte de la Sierra de Guadarrama, con forma de mujer tumbada con los brazos entrecruzados y cubierta por un velo: “/…/se alza al lado de Los siete picos la mole extraña llamada de La mujer muerta, tumba ciclópea de la inocente joven que así perdió la vida a manos del que amó” (Mario Roso de Luna. Del Árbol de las Hespérides. Cuentos teosóficos españoles)
Acueducto romano
Podemos contemplar en los sillares las marcas de las uñas del diablo, pues según la leyenda segoviana, es obra de éste, a quién una joven aguadora, cansada de su tarea diaria, le ofreció su alma, si la aliviaba de su trabajo.
Iglesia de San Martín: destaca la torre de estilo románico-mudéjar y el pórtico característico del románico segoviano.
El románico…
un espacio celeste en la tierra.
La Granja de San Ildefonso
En el centro de la plaza de las ocho calles, René Fremin, representa el instante en que Mercurio eleva a Psiqué, el alma, hacia el cielo para que se despose con Cupido, el amor; a sus pies, Céfiro, suave viento, soplando, les ayuda a subir al Olimpo. (Apuleyo. El Asno de Oro o La Metamorfosis)
Zamarriega con traje de alcaldesa – Zamarramala
Religiosidad popular y culto a la maternidad se entremezclan en esta fiesta de las mujeres casadas adscrita a la fiesta de Santa Águeda (5 de febrero, dos días después de la Candelaria y uno después de San Blas); por su martirio, patrona de las lactantes. El día de Santa Águeda es cuando se elige alcaldesa a una mujer en Zamarramala (Luis Maldonado. Religiosidad Popular: nostalgia de lo mágico)
San Frutos – Hoces del Duratón
San Frutos, eremita del último período visigótico, patrón de la diócesis de Segovia, se retiró a meditar a ese misterioso y hermoso lugar que son las Hoces del Duratón, donde según la tradición realizó entre otros, el milagro de La Cuchillada, cuando con su cayado creó una hendidura en la roca para librar de los moros a un despavorido grupo de cristianos que de ellos venían huyendo.
Castillo de Cuéllar
“Todo era misterio en el castillo, y todo era misterio cuanto acerca de él se hablaba en sus cercanías. Hoy mismo al mostrar sus almenadas torres al caminante, y sus muros cubiertos de musgo donde asoma ahora el pintado lagarto su fea cabeza, o corre la rápida lagartija entre derribadas piedras, vestido el suelo de hierba y vil cascajo, el paisano, cuando refiere las tradiciones de este castillo, habla todavía con misterio de aquella época sembrando su relación de fábulas y milagros” (José de Espronceda. Sancho Saldaña o El Castellano de Cuéllar)
Castillo de Coca
Hermosa muestra de la arquitectura militar gótico-mudéjar, “relicario de epopeyas y cantares de gesta, palacio-fortaleza, doble cordón almenado, acabado y empezado por castellanos y moriscos alarifes” (Dotor y Municio).
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