La divisoria de aguas entre el Tajo y el Guadiana se sitúa en la Sierra de san Pedro. Allí, en su vertiente sur, concretamente en la sierra de los Pajonales, nace uno de los ríos a los que Badajoz debería tener más aprecio, el Zapatón, cuyo encajonamiento en la angostura de la Peña del Águila, permite la construcción del pantano que abastece de agua potable a los badajocenses. Hacia allí nos encaminamos, en busca de las fuentes del Zapatón, dispuestos a recorrer sus 51 kilómetros de curso, que de norte a sur discurre hasta su confluencia con el río Gévora, casi a la altura de Botoa, en un paisaje de sosegada belleza. También remontaremos sus tributarios: por la derecha, la rivera de Albarragena, y por su izquierda, el arroyo Sansustre o del Saltillo.
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