viernes, 23 de julio de 2010

Juan Fernández Parra: Semblante

Juan Fernández Parra cumplió 90 años el pasado 12 de julio de 2010, aunque en el registro conste como fecha de nacimiento el día 14, retraso en la inscripción que él atribuye a los efectos del alcohol, a los causados en su padre por la celebración del nuevo nacimiento o en el Secretario del Ayuntamiento de Valverde de Leganés, quien era asiduo del pitarra. Si como reza el titular del periódico Hoy en la entrevista que le realizaron el 3 de septiembre de 2007, “80 años no son nada”, ya podemos afirmar que 90 años no son nada, si eso significa que Juan conserva el espíritu joven y optimista del que siempre ha hecho gala y ha trasmitido, de lo que podemos dar fe. En la mencionada entrevista cuenta sus pinitos en el escenario: “Cumpliendo a rajatabla el refrán de 'nunca es tarde si la dicha es buena,' comenzó hace dos años a hacer teatro con el programa organizado por el Área de Mayores del Ayuntamiento de Badajoz. «Siempre tuve la ilusión por el teatro toda mi vida, y hasta ahora no se me ha presentado una oportunidad», comienza Juan a narrar su aventura con el escenario. De galán o de sereno, memorizar los papeles no es un problema para él, a pesar de ser el mayor del grupo. «Los demás son más jóvenes y tardan más en aprenderse los papeles y luego se equivocan. La verdad es que yo le echo mucho trabajo»”. Su culmen con el teatro llega con su obra “Vidas Diferentes”, estrenada en la Institución Ferial de Badajoz (IFEBA) en febrero de 2008, a cargo del grupo de teatro Bretón. También ha escrito un libro autobiográfico, “Esta es mi vida” cuya maquetación y primera edición la realizó su hijo Jerónimo, y que cuenta ya con una segunda edición corregida y aumentada realizada por su hijo Juan. En esta obra hace un repaso de su vida, llena de anécdotas familiares, dramáticas algunas, otras sentimentales, algunas burlonas y llenas de humor; historia de vida que incardina, en los acontecimientos históricos, políticos y sociales de una España que se remonta a Miguel Primo de Rivera, pasando por la proclamación de la República, la Guerra Civil, la postguerra, viviendo en primera persona el bandolerismo del maquis en el Pirineo leridano y el contrabando de café en la frontera portuguesa con Badajoz, pasando por el aperturismo de Fraga a quién conoció en Puebla de Alcocer siendo Ministro de Información y Turismo, quien pretendía un parador en el castillo y con quién coincidió también en Albacete en su visita como Ministro de la Gobernación, así hasta llegar a la democracia que coincidió con su jubilación y su jubileo. Y es que su alma es la de un artista que además disfruta con el baile y desde luego con la pintura. Y es que como dice este otro artículo del periódico Hoy, El arte sienta mejor a los 90: “La Universidad Popular de Badajoz (UPB), lugar por excelencia para aprender toda la vida, echa el cierre estival con una de las actividades más populares que organiza esta institución: la exposición que recoge los trabajos de los alumnos que han asistido este curso a dichos talleres. Entre los participantes hay personas de todas las edades, pero Juan Fernández Parra es el mejor ejemplo de que el arte y la formación no tienen edad. A punto de cumplir 90 años, es el estudiante más mayor de esta Universidad. Por este motivo, ayer durante la inauguración oficial de la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo viernes día 21 en el Museo de la Ciudad 'Luis de Morales', recibió un homenaje como reconocimiento a su entereza y buena disposición. Para él acceder al taller de pintura que oferta este organismo académico fue un salvavidas y una segunda oportunidad. Cuenta que cuando enviudó se quedó vacío, y las actividades de la Universidad Popular le han devuelto la ilusión. «Hago gimnasia, teatro, pinto y voy a baile dos días a la semana. Mientras el cuerpo aguante, aquí estaré», dice Juan Fernández. Indica que el secreto para mantenerse tan activo es ponerle ganas. «Las energías las saco de la buena voluntad», destaca tras afirmar que el acto conmemorativo es una gran satisfacción para él”. No podemos cerrar este semblante sin mencionar la dimensión humana y religiosa de este hombre, viajero infatigable por el mundo y por la vida, durante los últimos 90 años.



miércoles, 21 de julio de 2010

Canónigos de Badajoz

El fin primario del Cabildo de Canónigos es ofrecer a Dios, en la Catedral, un culto solemne, representando a la Iglesia en el cumplimiento del precepto de la oración. El Cabildo realiza sus cometidos en comunión y cooperación con el Arzobispo, pastor supremo de la Archidiócesis. El Cabildo organiza el culto de la Catedral, y el Arzobispo preside los actos litúrgicos más solemnes. Cuando el Arzobispo acude a la Catedral para oficiar un acto es recibido a la entrada por el Cabildo. Normalmente, el Arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz se dirige andando, en ocasiones acompañado de su Secretario particular, desde el arzobispado, a la Catedral de Badajoz, entrando por la puerta principal, la del Perdón, donde le reciben los Canónigos. En esta ocasión, día lluvioso, realiza D. Santiago García Aracil el trayecto en coche, acompañado por el Delegado de Protocolo, el seglar D. Felipe Benicio Albarrán Vargas-Zúñiga, y por el Deán de la Catedral y Vicario General, D. Sebastián González González, que entran por la puerta del Cordero, próxima al Ayuntamiento de Badajoz y a la estatua del divino Morales que parece mirar el protocolario acto de entrada para posteriormente perpetuarlo en un lienzo. El Arzobispo es recibido por los Canónigos D. Pedro Losada, Maestro de Ceremonias, D. Julián García Franganillo, Defensor del Vínculo y Promotor de Justicia, que le ofrece la cruz y D. Teodoro Agustín López López, Archivero, que le ofrece hisopo.

martes, 20 de julio de 2010

Atrapados por Moraleja en Sanbuenaventura




Atrapados por Moraleja: por sus fiestas de San Buenaventura, por sus gentes, por los amigos. Atrapados por ese paisaje que se abre a sus pies y que es la Sierra de Gata.


Y atrapados en Moraleja entre tranqueras, donde no sabemos muy bien si los encierros son de toros o los encerrados somos nosotros; pero que en cualquier caso nos hacen disfrutar con una pequeña dosis de adrenalina que nos recorre el cuerpo al ver a esos impresionantes y fieros animales tan cerca.



Esperamos ansiosos y expectantes la llegada del toro del aguardiente, a ser posible cerca de una ventana con rejas.














También por las calles y en la plaza portátil que se instala en el centro del pueblo, se sueltan vaquillas, para ser toreadas, recortadas y engañadas por mozos y “pastores”. Éstos hacen un espectacular salto de ángel por encima de la res para regocijo de los presentes que no nos atrevemos a pisar el albero.







Y para quitarnos el ajetreo de la feria nada mejor que ir a alguna de las piscinas naturales de la zona. Hemos optado por las de Acebo, concretamente las de Jevero y Carreciá, al pié del monte Jálama, la cumbre más alta de la Sierra de Gata, con 1.492 m.

La piscina natural de Jevero es la más profunda, lanzándose los jóvenes al agua desde las piedras que utilizan a modo de trampolines naturales.

Las piscinas naturales aprovechan el agua de la Rivera de Acebo o Río de la Cervigona que nace en las faldas del cerro del mismo nombre.














La piscina de Carreciá se cobija bajo el hermoso puente del mismo nombre.


lunes, 19 de julio de 2010

Escapada a Mallorca










Un año más caigo en las redes de esa isla que me atrapa para disfrutarla en todos y con todos los sentidos. Al sosiego de las puestas de sol en la playa de El Arenal se contrapone el bullicio cosmopolita alrededor de tiendas y bares del paseo marítimo.












Un rincón con encanto, más calmado, lo encontramos sólo a dos kilómetros de El Arenal: Cala Brava. Sus aguas limpias de color turquesa no dejan a nadie indiferente.


Las playas de Es Trenc son un paraíso natural. Una pequeña peripecia para chicos y grandes es nadar hasta isla Gavina, recorrerla, y sobre todo dejar correr la imaginación.
















Cualquier parada por la costa este de Mallorca no nos dejará indiferentes. Este año hemos optado por Porto Cristo y Cala Figuera, donde veremos faenar a los pescadores y arreglar sus redes y aperos.































Por la costa oeste de Mallorca nos adentramos por las tortuosas carreteras de la Sierra de la Tramontana y buscando Valdemossa nos encontramos y hacemos parada en la fábrica de vídrio para ver trabajar a los artesanos y llevarnos alguna pieza que nos recuerde ese cúmulo de buenas sensaciones.


Valdemossa y otros pueblos de la Tramontana, cuajados de buganvillas de vivos colores, son un matrimonio perfecto entre medio natural y patrimonio humano. Y desde las alturas de la Sierra asoma la costa recortada. Hacemos parada en Sa Foradada para admirar con sosiego el paisaje que nos embriaga.












Tomaremos la carretera de La Calobra para terminar en el lugar más visitado de Mallorca; por algo será. No es una cala de las mejores para disfrutar del baño, porque su playa no es de arena, pero sí de su paisaje, gracias a las paredes verticales del Torrente Pareis en su unión con el mar en un espectacular entorno. Nos adentramos por el torrente y admiraremos las caprichosas formaciones de las paredes rocosas, nuevamente dejando correr nuestra imaginación…