enta ya con una segunda edición corregida y aumentada realizada por su hijo Juan. En esta obra hace un repaso de su vida, llena de anécdotas familiares, dramáticas algunas, otras sentimentales, algunas burlonas y llenas de humor; historia de vida que incardina, en los acontecimientos históricos, políticos y sociales de una España que se remonta a Miguel Primo de Rivera, pasando por la proclamación de la República, la Guerra Civil, la postguerra, viviendo en primera persona el bandolerismo del maquis en el Pirineo leridano y el contrabando de café en la frontera portuguesa con Badajoz, pasando por el aperturismo de Fraga a quién conoció en Puebla de Alcocer siendo Ministro de Información y Turismo, quien pretendía un parador en el castillo y con quién coincidió también en Albacete en su visita como Ministro de la Gobernación, así hasta llegar a la democracia que coincidió con su jubilación y su jubileo. Y es que su alma es la de un artista que además disfruta con el baile y desde luego con la pintura. Y es que como dice este otro artículo del periódico Hoy, El arte sienta mejor a los 90: “La Universidad Popular de Badajoz (UPB), lugar por excelencia para aprender toda la vida, echa el cierre estival con una de las actividades más populares que organiza esta institución: la exposición que recoge los trabajos de los alumnos que han asistido este curso a dichos talleres. Entre los participantes hay personas de todas las edades, pero Juan Fernández Parra es el mejor ejemplo de que el arte y la formación no tienen edad. A punto dviernes, 23 de julio de 2010
Juan Fernández Parra: Semblante
enta ya con una segunda edición corregida y aumentada realizada por su hijo Juan. En esta obra hace un repaso de su vida, llena de anécdotas familiares, dramáticas algunas, otras sentimentales, algunas burlonas y llenas de humor; historia de vida que incardina, en los acontecimientos históricos, políticos y sociales de una España que se remonta a Miguel Primo de Rivera, pasando por la proclamación de la República, la Guerra Civil, la postguerra, viviendo en primera persona el bandolerismo del maquis en el Pirineo leridano y el contrabando de café en la frontera portuguesa con Badajoz, pasando por el aperturismo de Fraga a quién conoció en Puebla de Alcocer siendo Ministro de Información y Turismo, quien pretendía un parador en el castillo y con quién coincidió también en Albacete en su visita como Ministro de la Gobernación, así hasta llegar a la democracia que coincidió con su jubilación y su jubileo. Y es que su alma es la de un artista que además disfruta con el baile y desde luego con la pintura. Y es que como dice este otro artículo del periódico Hoy, El arte sienta mejor a los 90: “La Universidad Popular de Badajoz (UPB), lugar por excelencia para aprender toda la vida, echa el cierre estival con una de las actividades más populares que organiza esta institución: la exposición que recoge los trabajos de los alumnos que han asistido este curso a dichos talleres. Entre los participantes hay personas de todas las edades, pero Juan Fernández Parra es el mejor ejemplo de que el arte y la formación no tienen edad. A punto d
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