lunes, 29 de noviembre de 2010

Bodegón de otoño

La fertilidad y el vigor del verano dan paso a la muerte de la cosecha y al declive del sol. El otoño es símbolo del ocaso de la vida. También lo es de introspección, de recogimiento y de intimidad, de vida hogareña… Es época propicia para las actividades dentro del hogar como la fotografía en casa, por ejemplo componiendo sencillos bodegones. En un bodegón de otoño no puede faltar una de las frutas más representativas de este tiempo, la granada. Es una fruta atractiva, hermosa y con encanto por fuera y a la vez sorprendente por dentro. Al igual que la estación que la ve nacer también tiene un significado funerario, tal vez por la facilidad para sangrar. Pero la función simbólica es en el hombre lugar de reunión de contrarios. El símbolo es unificador de oposiciones. Los contrarios están armoniosamente unidos en el símbolo. Y así, la granada es también símbolo (quizás por la multiplicidad de granos) de fecundidad y resurrección, como el otoño es época de espera y esperanza, de preparación para el nacimiento de la luz y de la vida.

Es la granada olorosa

un cielo cristalizado.

(Cada grano es una estrella,

cada velo es un ocaso.)

De “Canción Oriental” Federico García Lorca, 1920

No hay comentarios:

Publicar un comentario